Tropic Thunder


Las parodias cinematografías son necesarias, de hecho deberían hacerse más a menudo, deberían hacerse con más conciencia de lo que significa parodiar. Hacer de este más que un género en el que se describan con torpeza un cliché o algún manierismo. Las parodias, en fin, debían tomarse más en serio.

Tropic Thunder es una nueva parodia. Como tantas cae en facilismos, en humor que se limita a hacer una crítica un tanto superficial de lo que parodia. De todas maneras me parece de suma importancia decir que Tropic Thunder es una película menos ingenua de lo que parece.

La historia: la nueva cinta de Ben Stiller recrea las múltiples dificultades de un equipo de filmación (obvia referencia al problemático rodaje de Apocalipsis Now ) en el sudeste asiático. La película está a punto de naufragar entre las presiones de productores y las luchas de egos de los actores principales. El director decide recurrir al extremo plan del autor del libro en que se basa la cinta: llevar a los actores a la selva para que en medio de sus inclemencias se vean obligados a actuar bien. Sin embargo la película se hace real y los actores terminan combatiendo a una banda de narcotraficantes asiáticos.

En este punto quiero detenerme un poco para recordar. Las parodias cinematográficas en Hollywood han ido ganando su espacio. Tal vez desde Mel Brooks la parodia se ha vuelto una suerte de género que con el tiempo se ha multiplicado. Estas películas se han ido diversificado y se han ido parodiando, se han ido degenerando. Esto no quiere decir que desde el principio no fueran cintas con múltiples problemas, pero la mayoría de cintas de ese tipo hoy son puros esperpentos (intencionados y no intencionados a un tiempo). Este terrible desarrollo ha hecho de la parodia cinematográfica hecha en Hollywood, una suerte de género facilista y que en últimas se ha vuelta incluso acrítico, una parodia que en últimas es la forma de incluir los mismos chistes de siempre (algo más escatológicos con el paso de los años, seguramente una señal de los cambios de nuestros tiempos).

En este contexto Tropic Thunder es quizá una película algo más afortunada. Porque procura hilvanar un discurso en el que se puede encontrar algún nivel crítico sobre las películas a las que parodia, sobre el mundo cinematográfico y sus alrededores. Incluso la película pone sobre la mesa varios elementos interesantes: comienza con una proyección de 3 cortos y un comercial falsos, algo que de entrada hace ver que el mundo de Tropic Thunder es un mundo artificial, un mundo propio con sus reglas (claro que ahí entra la objeción, ¿qué película no lo es?). Lo que se debe resaltar es que a la manera de ese discurso paródico de Robert Downey Jr sobre lo qué significa su papel (el de su personaje) se encuentra algo de lo que bien puede tomarse como crítica a la degeneración de los diversos productos del cine de Hollywood, un enredo de esos que enloquecieron a Alonso Quijano. La sátira es muy incisiva al final, al premiar la propia cinta: una cinta que es una suma de clichés, de lugares comunes, de valores excesivamente edulcorados, etc. Hollywood es pues la patética sombra de lo que una vez fue (reconociendo que el de los años dorados no era necesariamente el mundo ideal para un estimulante desarrollo creativo). Hay que tener en cuenta, en todo caso, que la sátira en Tropic Thunder es limitada. La película termina por caer en las misma premisas parodiadas. Termina siendo una película más en las que todo se resuelve de una manera, si se me permite el término, muy cinematográfica (o Hollywoodesca, escójase el que mejor parezca). No sólo el humor es fácil durante buena parte de la cinta, también la resolución de las situaciones. De tal manera que en la parodia parece mostrarse que el horizonte de las cintas de Hollywood es el único existente, algo que por fortuna se puede fácilmente refutar. Mejor sería ver una parodia como Una banda aparte de Godard, una parodia que no da espacio para volver la parodia otra forma estandarizada de vender un producto.

Tropic Thunder, sin embargo, podía defenderse en el sentido que fuese una irónica forma de presentar estereotipos, de presentar una película de Hollywood que en realidad es una película en contra de aquello que es Hollywood. Pero eso es exagerado. Antes lo anote, las parodias (o por lo menos este tipo de parodias) es uno de los platos del escaso menú de este restaurante.

Quizá sea mejor detenerse en este punto, aún anotando que lo que haría falta es tal vez más parodias, pero estas nuevas parodias que se tomen un poco más serio, y que sobre todo no tengan miedo a ser una película distinta de las que parodian.

Comentarios

Entradas populares