Star Trek (2009)

¿Cómo se puede diferenciar un blockbuster de otro? Escribir una reseña guiada por esta pregunta tal vez no produciría grandes frutos. Esas diferencias se descubren rápidamente en la superficie, y, a medida que uno va pensando, encuentra que realmente uno no es muy distinto de los demás. Star Trek es una película más, nada destacable. Una película que como tantas otras se excusa a causa del entretenimiento (y como rápidamente se intuye, la palabra entretenimiento es lo suficientemente vaga como para excusar cualquier cosa).

Star Trek es básicamente un film para adolescentes de hoy. De ahí que todos los comentarios tiendan a reducirse a repeticiones, ya sean comentarios críticos o elogiosos. Por supuesto que a las reseñas y comentarios les pasa lo mismo que a las películas (al menos en ese sentido).

Es más divertido recordar que el presupuesto de las tramas de estas películas (las de Star Trek) juegan con la idea de viajes en el tiempo. Esos viajes en el tiempo son terriblemente difíciles de concebir, y sin embargo, sus resultados suelen ser más o menos los mismos (casi siempre). Esta vez el mismísimo Spock es, a su manera, el causante de la desgracia. Al no poder salvar a Rómulo (un planeta en esta saga), también dio pie a la ira de Nero, un minero que aún tuvo el tiempo de concebir un plan vengativo en un agujero negro (no es una exageración). Entonces, en el pasado, todo empieza a cambiar (pero no mucho). Nero mata al padre de Kirk, Nero destruye Vulcano (que es de donde viene Spock), Nero va a destruir la Tierra. Mientras tanto el joven Spock ha expulsado al joven Kirk a un planeta desolado en que se encuentra con el viejo Spock que le cuenta la verdad (es decir que en el futuro Spock se equivocó, pero que en esa realidad tanto Kirk como Spock solían ser grandes amigos). Kirk comprende al instante evidentemente. Con la ayuda de un ingeniero (que era un personaje de la serie original) llega hasta la nave(Enterprise) y toma el control. Luego los jóvenes Spock y Kirk detienen a Nero, salvan la Tierra y se vuelven amigos (o eso parece). En definitiva como tantas películas: a pesar de tantas dificultades, los héroes han salvado una vez más la Tierra. Si bien podíamos decir también que la culpa de todo la tuvo Spock.

Este mal recuento debe dejar en claro algunos detalles: las historias de héroes (por lo menos en los blockbuster) siempre terminan igual. Al contrario de lo que muchos comentaristas afirman son terriblemente complicadas (e innecesariamente complicadas diría yo). La mayor diferencia se encuentra en que los personajes son más parecidos a los adolescentes de hoy, que a los de hace 40 años, lo que demuestra que los vendedores se actualizan en una sola dirección.

Me detengo otra vez en los viajes en el tiempo. Si los guionistas pensaran en una historia que (aún partiendo de la misma premisa de la película) terminara con la muerte de uno de los protagonistas, o con la destrucción de la Enterprise, o con el fin de todas las aventuras de Star Trek; entonces algo habría cambiado por fin. Pero ni los fanáticos, ni los productores, ni los espectadores en general quieren que las cosas cambien. Los resultados de los viajes pueden ser nefastos, irreparables, pero no en este tipo de cine (son nefastos en otro sentido).

Ahora recuerdo otro viaje en el tiempo: el de La Jetée (que luego sería 12 monos). Este viaje en el tiempo es irreparable, pero no sólo eso, no transforma nada (y el viaje había sido planeado precisamente para transformar el futuro). De hecho el viaje en el tiempo es parte de la misma historia, sin ese viaje la historia no sería lo que es. El que un hombre vea de niño la muerte de sí mismo, y que de aquello se cree un bucle que nunca se deja de repetir, es algo espeluznante de verdad. Pero Star Trek no pretende tanto, sus viajes en el tiempo sólo quieren ser la excusa para que haya una historia que realmente nunca ocurre (un final que siempre es el mismo hace que los sucesos anteriores se conviertan en insignificantes para una cultura que esta tan acostumbrada a juzgar todo por el final). Son también pretexto para ganar millones de dólares una vez más, para alegrar a un número de fanáticos, para repetir y repetir sin cesar. El único problema, dada las cosas, es que a pesar de que la gente sueñe más comúnmente con Star Trek, la vida se parece más a La Jetée.