An Education


An Education es un entretenido relato que se limita a mostrar lo que hay de convencional en una manida historia: una joven seducida por un divertido Don Juan. Con esto no quiero decir que An Education sea una mala cinta, sólo que es convencional, y en esa medida limitada a lo que pueda entenderse por medio de dichas convenciones. La película está basada en las memorias de la periodista británica Lynn Barber. Memorias que fueron convertidas en guión por el escritor Nick Hornby. Ya luego la película fue dirigida por la danesa Lone Scherfig.

La historia: Jenny (Carey Mulligan) es una joven prometedora y talentosa. Tiene planes muy definidos: quiere ir a Oxford a estudiar Literatura Inglesa. Sin embargo, Jenny, como tantas heroínas, no soporta la palpable mediocridad del lugar en que vive. De repente aparece David (Peter Sarsgaard), un hombre mayor que le abre todo un nuevo mundo que sacia las fantasías que hasta entonces nadie en el mundo de Jenny llenaba. Y todo será terriblemente dulce hasta el momento en que como en tantas otras cintas se descubra que David no era sino otro Don Juan, y que Jenny no era sino otra engañada Inés. Jenny en sus días de fantasía ha renunciado a sus planes, ha decidido cambiar su vida. Ahora tiene que forzosamente regresar, y aunque tenga un par de inconvenientes, como en cualquier melodrama, ella volverá a conseguir lo que quiere: su cupo en Oxford.

Esta típica historia no es aburrida en buena medida porque todo en ella, quizá con excepción del final, es correcto. Desde la fotografía hasta la actuación de la bella Carey Mulligan, desde la dirección de Scherfig hasta los diálogos de Hornby. Un cuento moral en un sentido más bien anticuado. Una fábula, más bien, con una moraleja no muy disimulada.

Es en este punto en el que residen las falencias de An Education, falencias que si se quiere no son precisamente cinematográficas. Esta Bovary disminuida no se atreve a llegar a las últimas consecuencias, no en los eventos claro está, sino aquello que puede implicar el relato sobre una soñadora y petulante joven engañada dentro de un ambiente mediocre. La película consigue mostrar personajes con distintos matices que dan peso a la historia: Jack (Alfred Molina), el padre de Jenny, inseguro y simple; Miss Stubbs (Olivia Williams), nostálgica y resignada; Jenny, snob y encantadora. Al final la película se derrumba con la ilusión de Jenny. Hemos sido engañados en el sentido en que en últimas sólo nos queda el resignado mundo de Miss Stubbs, ése es el único lugar deseable para Jenny (y para una buena parte de los espectadores).

An Education es en definitiva un cuento sobre cómo alguien se inserta irremediablemente en un mundo rígido. Es cierto que este pequeño suceso no es un drama terrible, y que en buena medida la directora acierta al mostrar los eventos sin un excesivo énfasis. Pero algo de lo que es terrible en la historia queda por fuera, aunque en la cinta todos parecen pensar que el regreso de esta hija pródiga es el deseado final. En mi opinión hay un sinsabor que podría subsistir. Claro que es mucho más conveniente que al final sólo degustemos lo que haya que degustar. En últimas vuelvo al principio: An Education es una película correcta, terriblemente correcta.

PS.: La película ha sido traducido en español terriblemente: Enseñanza de vida.

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