Contagio (2)


El temor a las epidemias -pandemias, mejor- produce terribles pesadillas. Hay que combatirlas. Luchar contra esos enemigos microscópico. Hay que seguir viviendo, antes del fin del mundo, o de que el mundo nos acabe. Hay que lavarse las manos cada cinco minutos, pues como lo explica pedagógicamente la Dra. Erin Mears (Kate Winslet) tocamos cada no sé cuantos segundos picaportes, barandas, barras, puertas, ventanas y seres humanos infinitas veces durante un día, que digo un hora... Es aterrador. Soderbergh así lo piensa, lo filma y lo afirma en las entrevistas relacionadas con la cinta. Claro que antes las epidemias fueron el pretexto para que Bocaccio recogiera y trabajara sobre un centenar de cuentos, la mayoría salaces. Cuestión de temperamentos se dirá. Añadiría que es también cuestión de épocas. Soderbergh se alinea más con la retórica bélica tan al uso cuando se habla de cuanto tema aparece.

Toda esta introducción no es para censurar del todo a Contagio. Esta cinta es entretenida, a pesar de la música electrónica que inunda la película. Didáctica para legos como yo que no sabemos gran cosa sobre epidemología o temas parecidos. Soderbergh quiere que estemos alerta a un posible brote, a los posibles contagios, y creo que logra publicitar la información que la CDC le dio mientras realizaba la cinta. Contagio es una herramienta excelente para prevenir los brotes de enfermedades desconocidas. Otra cosa se puede decir sobre sus virtudes cinematográficas.

No es que haya nada censurable en Contagio. Las actuaciones, la fotografía, la edición, todo esta muy bien -menos la desastrosa música, en mi opinión. No hay nada censurable, pero tampoco nada atractivo. Soderbergh decide realizar una película coral para mostrar distintos puntos de vista sobre cómo evoluciona la epidemia y como afecta distintos grupos e individuos, todos los puntos de vista y lo que posiblemente ocurrirá en el que caso de que comience la pandemia. Las historias intentan mantener un grado de verosimilitud e imparcialidad: esto podría suceder, nos alerta Soderbergh. Todo es frío, todo es terriblemente aséptico. Y ser aséptico para mostrar una pandemia es una especie de logro, quizás. 


Ciertamente es molesto que al final la cinta se resuelva tan sencillamente. Pudo ser una pandemia, pero al fin los buenos seres humanos sobrevivieron. Suena muy similar a tantas otras cintas. Soderbergh ha decidido, sin embargo, un pequeño cambio, para que nos alertemos más. En la cinta morirán un par de estrellas en la primera hora de la cinta, y no el extra o figurante que suele morir en el transcurso de tantas cintas sobre epidemias y sobre zombies. Sí, el público se suele identificar con los actores famosos y verlos morir puede preocuparles un poco más. Claro que hay algunas estrellas que sobreviven. Y algunas cintas que repiten viejas fórmulas y recaudan millones y millones. La variación que plantea Soderbergh puede parecer inteligente, aunque al final resulte irrelevante.



Contagio es, lo repito, una extraña película aséptica sobre epidemias. Entretiene, informa, y, no obstante, no funciona muy bien cómo cinta. Dicen que es aterradora. Lo único aterrador en Contagio es su música.Y creo que con esto basta. Voy a lavarme las manos porque he tocado este computador por los últimos 15 minutos. Es mejor prevenir  antes de que me enferme, aunqe muy probablemente ya esté contagiado. Escribiré luego, si sobrevivo el brote.




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